CREDITOS HIPOTECARIOS. UN CONSTANTE DOLOR DE CABEZA
En
los últimos años (de 15 a 20), muchos de los créditos hipotecarios vigentes en
este país, se han constituido como un verdadero dolor de cabeza para miles de
familias Mexicanas, que en la ilusión de obtener un patrimonio propio,
adquieren un financiamiento por parte de Instituciones Financieras establecidas
para tal efecto.
Me
permito empezar a explicar a detalle la afirmación anterior. El problema es la forma en que se estructuran
dichos contratos de apertura de crédito, los cuales al paso de pocos años,
suelen incrementarse desproporcionadamente de tal suerte que si el deudor
empieza pagando $10 pesos por cada $1,000 de financiamiento, transcurridos
cinco años ya están pagando $12 por cada $1000.
Usted dirá ¿pero qué tanto es sólo dos pesos? Continúo para explicarle.
Esto
se debe entre otras cosas, a las famosísimas y perjudiciales Unidades de
Inversión o mejor denominadas como UDIS.
Este esquema surgió a mediados de los noventas, con la crisis financiera
e hipotecaria que inició en México en Diciembre de 1994 causando grandes
estragos para miles de deudores y acreditados en este país, muchos de ellos
perdieron su vivienda al verse incrementado desproporcionadamente su monto
mensual de aportación, por lo que al no poder cubrir dichos montos, los bancos
e instituciones financieras iniciaron las acciones legales competentes,
realizando embargos, ejecuciones y recuperación de las viviendas en contra de
los deudores hipotecarios.
En
esos años, para tratar de “resolver” o solventar dicha situación de incremento
desproporcionado de los créditos, se creó un instrumento financiero de “estabilidad”
que daría una supuesta certidumbre a los créditos, específicamente al monto de
pago. Creo que este cometido se cumplió
parcialmente, puesto que si analizamos la estructura de las UDIS, nos damos
cuenta que practicante estas unidades de inversión pueden incrementar su costo
diariamente, si leyó Ud. bien, diariamente.
Lo
invito a que hagamos cuentas, vamos a suponer que su crédito hipotecario lo
obtuvo en el año 2008, obteniendo usted el compromiso de pagar una mensualidad
de 1500 UDIS. En ese año, las unidades
de inversión costaban el equivalente de $3.93 pesos por cada UDI, es decir que
multiplicado dicho costo por las 1500 unidades pactadas en el contrato, hacen
una cantidad de $5,970.00 pesos a pagar.
Ahora
bien, hoy en día la UDI ya se encuentra en un nivel de $4.83 pesos, es decir
hoy 2012, ya nuestra mensualidad estaría en un monto por encima de $7,200.00
pesos. Significa que en tan solo cuatro
años nuestra aportación mensual creció a razón de un 20%. De continuar en este ritmo, al paso 10 años,
estaríamos pagando casi un monto al 50% mayor de la cantidad que inicialmente
veníamos pagando.
Por
lo cual, consideramos que este esquema en el que se estructuran la gran mayoría
de los créditos hipotecarios en este país son un auténtico desastre, resultando
oneroso, excesivo y absolutamente desproporcionado a la economía familiar.
Otro
de los esquemas que son también francamente vorágine en su incremento, son los
créditos hipotecarios estructurados en veces el salario mínimo (VSMVDF), de los
cuales hablaremos la próxima ocasión.
Continuará…
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